Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2018

El río que nos separa, Ngũgĩ wa Thiong'o (Kenia)

Waiyaki pensó que ya era hora de marcharse. La arboleda sagrada no había arrojado luz sobre el camino que debía seguir. No sabía muy bien adónde se dirigía ni qué era lo que realmente quería decirle a su pueblo. Seguía a ciegas. Se acordó de Nyambura y se preguntó cómo se sentiría estando en la choza de él. Por un instante fue presa del terror y se odió a sí mismo por haber abandonado la choza. ¿Y si venían y se la llevaban a la fuerza? ¿Y si Joshua lo había denunciado en el puesto gubernamental? Volvió a preguntarse si no sería mejor huir y, mientras descendía la pendiente, fijó la vista en la lejanía. Se le presentó una visión repleta de posibilidades y oportunidades en aquel lugar, lejos de las colinas. Quizá algún día se marchase allí. Quizá algún día uniese fuerzas con los hombres de Muranga, Kiambu y Nyeri y juntos, con una sola voz, le dijeran al hombre blanco: «¡Márchate!». Y Waiyaki supo de pronto lo que las cordilleras querían. Sintió, de pronto y con mayor certidumbre que

La gran concubina de Egipto, Albert Salvadó (Andorra)

Penehassy, el hombre que había nacido en Aniba, en la lejana región de la parte más alta del Nilo, en Nubia, y que había llegado a Tanis tras servir en el ejército del faraón, tenía la piel morena, muy oscura, y exhibía una eterna y amplia sonrisa que siempre llegaba acompañada de un torrente de palabras. Todo el mundo decía que era capaz de hablar y hablar durante horas enteras sin callar ni un instante y sin que su conversación fuese aburrida, porque adornaba las explicaciones con multitud de anécdotas y de detalles llenos de colores y tenía una voz agradable y dulce capaz de enamorar o de adormecer, según le conviniese. FICHA TÉCNICA Título: La gran concubina de Egipto Género: Novela histórica Edición: 2012 Editorial: Premsa andorrana ISBN: 978-999-2019-25-2 Nº de páginas: 346 Formato: Rústica Otros: IX Premio Néstor Luján de Novela Histórica (2005) Sinopsis: En el año 1100 antes de Jesucristo gobierna el faraón Ramsés XI, los caminos no son seguros, los

Penar ocono, José Heredia Maya (España)

Aunque sea reciente mi carnet Yo nací hace milenios: Cuando despacio al paso de la bestia El horizonte se horadaba. Cuando la muerte Era un signo de Dios omnipotente Y no un signo de Dios exterminado (es posible que no existiera Dios en la mente de los hombres) Cuando los niños Jugaban con la luna y todos con la misma se acostaban. Cuando decir yo, espiga O Federico era lo mismo. Cuando el mar y su canto era la miel De todo oído y paladar bien hechos. Cuando Ulises y Sancho no existían Cuando la Tierra era una estrella Y no un soporte De mendigos de muertos De famélicas madres de animales terribles Y no un soporte digo De negros de amarillos y de blancos Y dentro de los blancos moros indios y gitanos entre otros Cuando las cosas eran más de Dios Y más de todos. Cuando nací hace milenios Aunque sea reciente mi carné Todo era mucho más hermoso Pero aquello duró Lo que un relámpago O tal vez menos.