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Penar ocono, José Heredia Maya (España)

Aunque sea reciente mi carnet

Yo nací hace milenios:
Cuando despacio al paso de la bestia
El horizonte se horadaba.

Cuando la muerte
Era un signo de Dios omnipotente
Y no un signo de Dios exterminado
(es posible que no existiera Dios
en la mente de los hombres)

Cuando los niños
Jugaban con la luna
y todos con la misma se acostaban.

Cuando decir yo, espiga
O Federico era lo mismo.

Cuando el mar y su canto era la miel
De todo oído y paladar bien hechos.

Cuando Ulises y Sancho no existían
Cuando la Tierra era una estrella
Y no un soporte
De mendigos de muertos
De famélicas madres de animales terribles
Y no un soporte digo
De negros de amarillos y de blancos

Y dentro de los blancos
moros indios y gitanos entre otros
Cuando las cosas eran más de Dios
Y más de todos.

Cuando nací hace milenios
Aunque sea reciente mi carné
Todo era mucho más hermoso
Pero aquello duró
Lo que un relámpago
O tal vez menos.

Título: Penar ocono
Género: Poesía
Edición bilingüe Español/Romaní: 2011
Editorial: Huerga & Fierro
ISBN: 978-84-8374-940-1
Nº de páginas: 75
Traducción (al romanés): Nicolás Jiménez González
Formato: Rústica
Sinopsis: José Heredia Maya (1947-2010), licenciado en Filología Románica, primer gitano profesor de universidad de España y Catedrático de Literatura en la Universidad de Granada. Penar Ocono es su primer libro de poesía, con el que encandiló a la crítica recibiendo cartas de admiración de escritores como Vicente Aleixandre, Blas de Otero o José Hierro. Es una poesía reivindicativa de la dignidad de ser gitano
Valoración: 8/10

Esta es una de las entradas más difíciles de todo el reto. Y he decidido solventarla pronto, porque si no iba a volverme loca para decidir qué libro podría ser el más representativo o adecuado.

Siendo española es razonable pensar que conozco muchos escritores y escritoras del país, por lo que seleccionar alguno es más complejo que en aquellos casos en los que no conozco a nadie y elijo el primer libro que encuentre. Dado que una de las condiciones que me he puesto en mi reto es no repetir escritor en la medida de lo posible (aunque me saltara esa regla en Colombia), he podido descartar sin remordimientos autores siempre recomendables como Miguel Delibes, Ana María Matute, Ángeles de Irisarri (firme candidata a ser la elegida para esta entrada), Miguel Hernández, Federico García Lorca, Pío Baroja y muchos otros.

Otro candidato que estuvo en primera fila durante mucho tiempo para ser el representante de España fue Patria de Fernando de Aramburu, que seguirá esperando en la estantería de libros pendientes a tiempos mejores (los libros alabados unánimaente por lectores y crítica suelen echarme para atrás; rarita que es una). Y casi, casi entra Intemperie, de Jesús Carrasco (un libro curioso y que merece una oportunidad), pero llegó a mis manos Penar ocono, y ya la decisión fue clara.

¿Por qué un libro desconocido, de un autor muy minoritario y gitano? Pues, precisamente, por ser de un autor romaní. En estos tiempos en los que sigue muy presente en el imaginario colectivo el estereotipo del gitano analfabeto, delincuente, vago, machista, ajeno a las "buenas costumbres", sin interés por integrarse, incapaz de convivir con la "gente de bien", considero que hay que empezar a romper con esos prejuicios y mostrar una realidad diferente.

Porque el Pueblo Gitano llegó a España en el siglo XV y desde entonces ha estado perseguido y marginado, acosado por leyes antigitanas (hasta 1978 no se reconoce la ciudadanía de pleno derecho de las personas gitanas nacidas en España; en ese mismo año se modifica el Reglamento de la Guardia Civil que incluía 2 artículos expresamente dedicados a la vigilancia de los gitanos) e invisibilizado, sin reconocer que muchos de los símbolos que identifican a nuestro país a nivel cultural, son de origen gitano; el flamenco, el principal. Y muchos artistas han representado el arte del Pueblo Gitano, pero pocas veces se ha dado relevancia a la voz de gitanos y gitanas para expresarse (salvo en el baile, el cante o la música)

Por tanto, un poeta gitano me parece la elección perfecta para representar España en mi reto de Un país, un libro.

La primera referencia que encontré de este libro fue en el Blog Gitanízate, en un artículo que invitaba a leer autores y autoras gitanas. Se decía en la entrada que rara vez se mencionan escritores gitanos españoles, sólo se habla de autores extranjeros (como en el interesante artículo de Jessica Reidy, traducido por la Fundación Secretariado Gitamo, Veinte escritoras gitanas que deberías leer, ninguna de ellas traducida al español) y centraba el artículo en José Heredia Maya, autor de Penar Ocono. Y me hice con él.

El libro se ha publicado en una edición bilingüe español/romaní -que no hay que confundir con el caló, que es la variante del sur de Europa (España, fundamentalmente) del románi, y que está muy mezclado con el español-, lo que es otro elemento a favor de su lectura; satisfacer una curiosidad, porque la realidad es que yo no he entendido nada, obviamente. Curiosamente, el título del libro (Penar ocono) sí es caló; significa decir esto.


Ya centrándome en la lectura, me temo que no soy muy buena juzgando poesía; supongo que me faltan herramientas literarias para hacer una valoración más o menos formal. Cuando leo poesía sólo puedo sentir si me gusta o no. Y esta me ha gustado prácticamente toda. No siempre hay rima, a veces sí utiliza las formas clásicas (sonetos, cuartetas...), casi siempre es verso libre. Y las figuras son crípticas, simbólicas, de manera que -en ocasiones- no sé si he entendido o no lo que dice el poeta; y, aún así, me ha llegado su poesía.

Hay poemas largos, poemas cortos, poemas brevísimos... Es un libro que puede leerse en un suspiro, pero que necesita tiempo de lectura, reposo y nueva lectura. Puedes saltarte poemas, leerlo en desorden, leerlo varias veces. Es un poemario que está lleno de imágenes, de símbolos, que es oscuro y luminoso a un mismo tiempo; que es triste e irónico; que duele y da esperanza.

Y a mi me atrapa, aunque no siempre entienda lo que está diciendo. Sólo la segunda parte (más breve), Mirabrás y otros cantos me ha resultado menos interesante, aunque el Mirabrá del Arcángel unversitario me ha resultado simpático.

Penar ocono, decir esto. El Pueblo Gitano tiene mucho que decir y ya va siendo hora de que nos sentemos, y escuchemos.

Y si difícil ha sido escoger un libro, elegir la música se me hace una tarea casi imposible. ¿Voy a lo fácil y comparto alguna de mis canciones fetiche, como A quién le importa, de Alaska y Dinarama, o Eloise, de Tino Casal? ¿Me decanto por la intelectualidad y me acerco a Ana Belén y su España, camisa blanca o el Mi querida España de Cecilia? (la versión no edulcorada por el Régimen, por supuesto). O, en consonancia con el libro, ¿sería más adecuado tal vez algún artista gitano, como Camarón y su  La leyenda del tiempo que siempre me emociona? Difícil decisión.

Ante tantas y tantas posibilidades me decanto por una canción que refleje algo de mi. Es de esos maravillosos 80 en los que éramos alocados e inconscientes (pero ya nos preocupábamos por las desigualdades e injusticias) en una versión muy actual. La canción, Rey del glam de los siempre geniales Carlos Berlanga y Nacho Canut (almas y cerebro de Pegamoides, Dinarama y Fangoria), versionada por Loquillo, ese roquero feo, fuerte y formal, que consige darle a la canción un toque de aceptación de la diversidad que me gusta mucho. Y con aparición estelar de mi ídola Alaska ¿Se puede pedir más?



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