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La caida de los pájaros, Karen Chazek (México)

Es el miedo, pequeña. Es por miedo que nadie quiere concebir la idea de que los niños hayan despertado. Temen a los tornados, que éstos arrasen con su nueva vida, ahora que han vuelto a sentirse unos jóvenes sin otra responsabilidad que de la ver por sí mismos. ¿Cómo volver a ser los padres de antes? Nadie quiere arriesgarse a cometer de nuevo errores que terminen en rabietas o lágrimas. Nadie quiere perder sus nuevos provilegios, Nadie quiere envejecer en una ciudad que funciona de maravilla y está diseñada para vivir en un estado de juventud eterna. El verdadero Diabólico vive aquí en la Tierra, disfrazado de gobierno e instituciones religiosas abocadas a redimir a sus creyentes de cualquier falta. La redención es una condena disfrazada, es la píldora milagrosa que hace fácil auto-convencerse de que todos y cada uno de ustedes siguen ocupando las mismas camas individuales del Hospital Amistad, que les fueron asignadas el día de su ingreso.

FICHA TÉCNICA
Título: La caida de los pájaros
Género: Ciencia ficción / Fantasía
Edición: 2014
Editorial: Alfaguara
ISBN: 978-607-11-3267-5
Nº de páginas: 119
Formato: Libro digital
Sinopsis: Violeta es la única que sobrevive a un terrible accidente en el metro, y desde entonces escucha la voz de una pequeña niña dentro de su cabeza. Cuando sale del hospital recuerda que todos los pájaros de la ciudad chocaron contra las ventanas, los niños no pudieron evitar verlos y al otro día ya no despertaron. De hecho, el hospital está repleto de niños dormidos, conectados a monitores que controlan sus sueños. Tras vagar por la ciudad, Violeta es convocada por el Fabricante de Aves, un artista de los cómics al que siempre ha admirado. Él le dice que ella es el vínculo entre los dos mundos: el real y aquel en donde están los niños. Violeta sabe que debe rescatarlos, y que si lo consigue, será testigo del resurgimiento del mundo. Esta novela tiene tanto de alucinación como de metáfora, y traza la ruta de una esperanza en mentes oscuras, en una época vana y decadente
Valoración: 6,5/10

Antes de leer este libro no había oido nada de su autora; y no es que ahora tenga mucha información, pues si miro en wikipedia sólo encuentro que es mexicana, que -además de libros- escribe guiones y que en su obra concilia temas sociales que le inquietan con su afición por la imaginación fantástica. Y esta sería una buena forma de resumir la novela que traigo al blog.

En esta historia se nos habla de una sociedad sin niños en la que los adultos se han sumido en una vorágine consumista y lúdica, en la que parece que han regresado a una adolescencia que abandonaron tiempo atrás y que ya no podrán ver en sus hijas e hijos, porque estos están dormidos en una sala de hospital sin, aparentemente, opciones de despertarse de esa inconsciencia que no se sabe muy bien a qué se debe ni cómo evoluciona.

Aunque sí se saben algunas cosas inquietantes: durante unas horas cada día, no se puede registrar actividad cerebral en los niños, aunque siguen respirando con normalidad; aparecen dibujos infantiles por la ciudad, que algunos padres reconocen como realizados por sus retoños; algunas personas afirman -¡qué absurdo!- que a veces las cosas cambian de sitio, se caen, vuelan, sin que nadie las esté moviendo. 

Y es en este mundo en el que las personas han perdido el sentido de la vida (los hijos dan trascendencia, nos conectan con el futuro; sin ellos ¿qué nos espera?) y fluctúan entre el consumo inconsciente -la mayoría-, la búsqueda de una respuesta -unos pocos, y no siempre con el mismo fin-, y la desesperanza esperanzada de que los niños sí estén listos para despertar -una pequeña minoría de padres y madres, a quienes se tacha de locos, y de peligro social-, donde Violeta -la protagonista- periodista y fanática de los cómics, se ve inmersa en una aventura que no desea, pero de la que no puede desentenderse: sacar a los niños y niñas de su sueño.

El planteamiento del libro me gustó mucho. Hay muchos temas que son tremendamente interesantes, como esa vuelta a la adolescencia despreocupada que las personas adultas abrazan sin dudarlo, el afán consumista, las referencias al cambio climático (me quedó la duda de si "los tornados" son algo más que un fenómeno atmosférico en esta novela), el control social que ejercen el gobierno y la iglesia -a través de la industria del entretenimiento- para mantener la calma social. Son elementos más propios de la ciencia ficción distópica que de la fantasía, si bien el manejo literario de los recursos es más cercano a la fantasía.

Sin embargo, con todos esos mimbres que nos prometen un cesto bien armado, nos encontramos que el tratamiento de los temas es superficial, apenas esbozado en alguna frase suelta,  que aportan  un ligero fondo social a la búsqueda de Violeta, pero éstos queda tan lejanos, son apuntes tan ligeros, que no puedes más que sentirte decepcionada. Es como si te ofrecieran una caja de bombones y -al abrirla- ya sólo quedan 3 o 4, y justo los que menos te gustan; sí, son bombones, pero ya no quedan de los rellenos de avellana.

Si bien está catalogada (nuevamente, información de wikipedia) como novela para adultos, lo cierto es que la edad de la protagonista, la forma de contar la historia, las referencias, son más cercanas a una novela juvenil que para adultos. O tal vez sea para eso que ahora se ha puesto de moda, el young adult, etapa que yo ya dejé atrás hace muchos años. No es un obstáculo para su lectura, pero sí tal vez explicaría la superficialidad en el tratamiento de los temas más enjundiosos de la historia.

Sin embargo, no quiero dar una idea negativa del libro, al contrario. Me gustó, es entretenido, la lectura es ágil. Y las palabras mexicanas que pululan por la historia (como pinceladas de vez en cuando: chingado, padrísimo, a poco no, neta, gacho...) me gustaron e hicieron gracia al mismo tiempo y -sobre todo- le dan personalidad a la narración, que si no podría ser cualquier otro libro de género con malos , tontos y niños perdidos.

No es, desde luego, la lectura que se podría pensar para México, con autores como Carlos Fuentes, Ángeles Mastretta, Juan Rulfo, Octavio Paz, Yuri Herrera (muy recomendable, si aún no lo has leido), pero busco descubrir también nuevas voces narrativas. Y con este libro, lo he conseguido.

Termino con música. Como ya nos mostraron Molotov y Maná en los 90, en México hay mucho más que rancheras y corridos. Traigo a un dúo de hermanos que mezclan dance con ritmos más latinos, con una estética bastante hipster. Eléctrico de Sotomayor


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