Paulina se mordió la lengua, demasiado tarde, mientras todas la miraban inocentemente. Era una trampa. Lo habían planeado. Todas tenían amantes fijos o maridos, mientras que Paulina Sebeso no tenía a nadie, así que se estaba fraguando una tradición en torno a ella. Algunos hombres habían dicho que era demasiado mandona. Más adelante lo dijeron todos, obviando el hecho de que ellos no eran más que sombras lánguidas y afeminadas de los hombres que temían a las mujeres. Las cosas habían ido bien mientras las mujeres habían fingido ser inferiores a estos especímenes débiles. Las mujeres llevaban tanto tiempo mintiéndose en su frustración sexual que no admitirían nunca la verdadera razón por la que Paulina las dominaba a todas: ella era el tipo de mujer que no puede mentir a los hombres. Seguían el liderazgo de Paulina porque era atrevida y diferente. Les habría decepcionado que Paulina encontrase a un hombre con el que se llevara bien. Estaban decididas a mantenerla atrapada en una frustración mucho mayor que la suya propia. De hecho, en varias ocasiones, la poderosa camarilla se había entrometido y destruido posibles amistades con tan solo unas pocas palabras astutas y venenosas. Las inocentes miradas eran, pues, un desafío. ¿Pujaría por el extranjero? Y, si lo hacía, ¿estaba preparada para afrontar las consecuencias?
FICHA TÉCNICA
Título: Nubes de lluvia
Título original: When Rain Clouds Gather
Género: Narrativa contemporánea
1ª edición en inglés: 1969
Edición en español: 2017
Editorial: Palabrero Press
ISBN: 978-94-91953-11-8
Nº de páginas: 248
Traducción: Elia Maqueda López
Formato: Libro digital
Sinopsis: Tras dos años en la cárcel, Makhaya cruza la frontera de Sudáfrica a Botsuana sin más ambición que la de encontrar un lugar tranquilo donde vivir. En la aldea de Golema Mmidi se contagia del entusiasmo de Gilbert, un agrónomo inglés con ambiciosos planes de futuro que despierta la ira del cacique local. Los problemas para Gilbert y Makhaya se agravan por una terrible sequía que asola el país y unos prejuicios tribales que se convierten en verdaderos óbices para el progreso de la aldea. Solo contarán con el apoyo de las mujeres, aunque el amor que una de ellas le profesa a Makhaya y la indiferencia de este puede poner en jaque cualquier avance.
La escritora sudafricana Bessie Head es una de las autoras más conocidas y admiradas de las letras africanas, aunque nunca antes se ha traducido ninguna de sus novelas al español. De corte autobiográfico y con una prosa de gran belleza, Nubes de lluvia constituye un relato esperanzador sobre la capacidad que tiene el ser humano de enfrentarse a la arbitrariedad de las costumbres, sanar las heridas del alma y alcanzar satisfacción en los detalles sencillos de la vida.
Valoración: 7/10
Valoración: 7/10
No pensé que llegaría tan pronto a Botsuana en mi viaje literario. Reconozcámoslo, puestos a hacer un listado de países que se nos vengan a la mente de manera rápida, este no es de los primeros, ni de los segundos. De hecho, creo que en mi vida he pensado en Botsuana como realidad, más allá de haber estudiado el mapa de África en el colegio. Y como imagino que no seré la única, aquí van algunos datos significativo sobre el país:
- Es una República parlamentaria, cuya capital es Gaborone
- Fue Protectorado británico hasta 1966, año en el que se estableció como país independiente
- En el momento de su independencia era uno de los países más pobres de África; hoy en día, por el contrario, es de los más ricos, con un PIB per cápita en 2017 de 7.877$, lo que le sitúa en el puesto 79, por delante de la mayoría de los países africanos, muchos latinoamericanos y asiáticos, y algunos europeos (para comparar, que tampoco es que sean muy ricos, España está -en la misma tabla- en el puesto 32, con 28.359$)
¿Y por qué esta introducción? Pues porque la autora de este libro no nació en Botsuana, sino en la República Sudafricana (y una de las reglas que me marqué para este blog es leer libros de autores nacidos y educados en el país que visitase). Head abandonó su país natal en 1964 para asentarse en el que sería -desde entonces- el de adopción, y que la considera su primera escritora nacional. No volvió a Sudáfrica después de exiliarse en el que aún era el protectorado inglés de Bechuanaland. Por tanto, en 1966, cuando el país se independizó, nuestra autora ya vivía en el país.
Pero hay otra razón, lo que la novela nos cuenta es el empeño de dos hombres -uno inglés, otro sudafricano, huido del régimen del Apartheid y exiliado en Botsuana, como la misma Bessie Head hizo en su momento- en modernizar la aldea de Golema Mmidi, y enriquecerla, cambiando los modos de la agricultura, los productos cultivables y las relaciones entre agricultoras (las mujeres) y ganaderos (los hombres), y -así- en el futuro, hacer del país un terriorio rico y moderno. Viendo los datos actuales del país, parece que tuvieron éxito.
Y sí, sé que es una novela de ficción, si bien se dice que hay mucho de la vida de la propia Bessie Head en ella. ¿Por qué elegiría un alter ego masculino, en caso de ser cierto que Makhaya -el periodista sudafricano que huye de su país- lo sea? Tal vez porque un hombre permite hablar de los temas de la vida pública de la aldea y de la nación de manera más convincente que una mujer, relegada a tareas domésticas o a la agricultura (el cultivo se hace en el terreno aledaño a la cabaña en la que se vive; el ganado -responsabilidad masculina- se lleva a pastorear a donde haya agua, hierba y forraje; normalmente, lejos de la aldea); o porque en un hombre tener conciencia política es más aceptable que en una mujer; o, quizá, porque para implicarse en la tarea de liderar a la aldea hay que ser un hombre.
Sea por la razón que sea, este no es un libro que invisibilice o niegue a las mujeres. Al contrario, tiene varios personajes femeninos poderosos, como Mme Millipede o -mi preferido- Paulina Sebeso (una pena que no haya tenido más protagonismo en la novela). Para mi ella es el símbolo de la dignidad africana (más que al propio Makhaya): fuerte, responsable, orientada a su comunidad, enfocada, generosa, respetuosa con las tradiciones, abierta al cambio, segura de sí, leal, trabajadora.
Esta es una novela que tiene altibajos en su desarrollo, hay partes que son lentas y hasta aburridas; los largos y abundantes párrafos dedicados a la agricultura pueden llegar a ser tediosos. Pero tienen un sentido en el conjunto de la historia. Los nuevos cultivos permitirán alimentar a los aldeanos, se podrá comerciar con el grano, se generará riqueza y mejorarán las condiciones de vida de las personas. Y, aunque es un proceso liderado por hombres, no es posible llevarlo a cabo sin la partiipación de las mujeres, lo que -necesariamente- implica un cambio en la relación entre unos y otras, un cambio que se anticipa a mejor.
Y la sensación final es de esperanza y de confianza en que sí, en que el mundo se puede cambiar. Y que la unión hace la fuerza. ¿Necesitamos más?
Música, sin dudarlo. Y esta vez no ha sido fácil. No porque no haya músicos en Botsuana, que me ha sorprendido la variedad de estilos y la cantidad de grupos y cantantes que hay, sino porque la calidad de los videos no suele ser buena (en la música que me ha gustado). Pero no vamos a terminar sin banda sonora. Aquí tenemos Happy, de Vee Mampeezy. De la canción entenderemos bien poco, pero sí nos pondrá en un ánimo feliz, a tono con el título
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La verdad es que no lo conocía y, tal cual lo pones, no me importaría leerlo =)
ResponderEliminarBesotes
Lo leímos en el foro, puedes ver allí los comentarios para hacerte una idea. Para mi, sí vale la pena a pesar de las partes ligeramente aburridas.
EliminarY gracias por pasarte por aquí y comentar :)